En menos de 10 años, el perfil de la mujer que acude al médico de cabecera ha dado un cambio significativo. No sólo no va a la consulta el mismo tipo de mujer, sino que además han cambiado el tipo de preguntas que hace al profesional y su conversación se centra más en la prevención de enfermedades que en la curación de las que ya padece.
La disminución de la frecuentación de las mujeres en consulta con respecto al hombre (del 69% al 55%) y de la edad de las mujeres que acuden a Atención Primaria de 55 a 32 años debido al acceso de mujeres jóvenes a este tipo de consultas.