Durante el tratamiento es imprescindible garantizar la inmovilización del paciente, así como el seguimiento del movimiento que realiza el tumor durante el ciclo respiratorio. En cuanto al seguimiento del control tumoral, Alcántara señala que el primer estudio, según guías internacionales, es una TC a los dos meses del tratamiento y una PET-TC entre los 4 ó 6 meses posteriores a la terapia.