Castellón ha sido la primera provincia de la Comunitat en comenzar a poner en funcionamiento la receta electrónica en las farmacias.
Este avance economizará tiempo a los médicos, lo que reducirá la presión asistencial y repercutirá en una mejor asistencia sanitaria al ciudadano, quienes verán disminuida la burocracia en los centros de salud. Así, el farmacéutico reducirá a cero las posibilidades de error en la dispensación; la Administración obtendrá mejor información sobre el consumo y gasto farmacéutico, reducción de fraudes y, en definitiva, mejora de la calidad, seguridad y eficacia de la prestación farmacéutica.
A través de la tarjeta SIP, leída electrónicamente en la oficina de farmacia, se dispensan las recetas prescritas por los médicos del centro de salud sin que el paciente tenga que acudir a la farmacia con la tradicional receta de papel. De este modo, cuando un paciente solicite en una oficina de farmacia que le sea dispensada la medicación prescrita en receta electrónica, mediante la tarjeta SIP se extraerán sus datos y se capturarán las prescripciones pendientes de dispensación.
CONEXIONES Esta captura la realizará el programa de dispensación desde el ordenador de la oficina de farmacia a través del Sistema único de Información Central de Atención Farmacéutica (SICOF). Este se conectará on-line con el sistema de información de prescripciones GAIA de la Conselleria de Sanidad. Realizada la dispensación, se emitirá una factura-recibo personalizada para el paciente. A una copia de la misma, se adherirán los cupones-precinto de los envases dispensados, quedando la información registrada en el SICOF, y se comunicará en tiempo real al sistema de prescripciones GAIA, bloqueando de esta manera esta receta para otras dispensaciones.
El médico entregará al paciente una hoja que recogerá las pautas a seguir para su tratamiento, y la Conselleria de Sanidad conocerá, de forma instantánea, la medicación dispensada y aquella otra que, por alguna causa, no haya sido retirada.