Con esta iniciativa se pretende reducir, tal y como ha ocurrido en países donde ya funciona, hasta un 25 por ciento la asistencia a los servicios de urgencias, con lo que se descongestiona el sistema sanitario y se reducen costes.
La idea parte del vicerrector de la Universidad de Virginia, Arthur Garson, quien fue además coordinador del plan sanitario del presidente estadounidense, Barack Obama. Garson firmó ayer con el conseller de Sanidad, Manuel Cervera, una iniciativa pionera en Europa que espera nutrirse de aquellos profesionales sanitarios -médicos, enfermeros o ATS- jubilados que deseen seguir ayudando.
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), en el año 2020, el 78 por ciento de la población sufrirá alguna enfermedad crónica, lo que, a juicio de Cervera, obliga a buscar «soluciones innovadoras que garanticen y mejoren el acceso a nuestros servicios en esta especialidad».
De momento, el plan arrancará en la Unidad de Cardiología del Hospital General de Valencia, donde la Conselleria impartirá un curso de 500 horas a personas mayores con tiempo libre y ganas de contribuir con su labor voluntaria.