Todos los resultados que tenemos hasta ahora coinciden en que cuanto más restrictiva es la ley, además de no disminuir el número de abortos, aumentan los abortos clandestinos, con mayores riesgos para la mujer y el neonato. Por otro lado, van a aumentar las repercusiones en salud mental, sociales y económicas, para las familias que se encuentren en esta situación.