“Mediante el orden y la organización de horarios de sueño, actividad
física, horarios de comida y de luz, podremos mejorar los ritmos
circadianos y hacer al individuo más saludable”; como otro consejo
práctico para ayudar a prevenir o controlar la diabetes, se recomienda
“tomar los carbohidratos por la mañana, y alejarlos de la hora del
sueño, sobre todo en personas con riesgo genético”,
Pequeñas modificaciones en los horarios de las comidas podrían tener
importantes implicaciones en la prevención y manejo de la diabetes. En
relación a la diabetes, se ha evidenciado que la secreción de insulina
por parte del páncreas no es la misma por la mañana y por la noche, y
que la sensibilidad de las células y tejidos a la acción de la insulina
varía a lo largo del día.
El equipo de Garaulet, de la Universidad de Murcia, ha confirmado que si cenamos cerca de la hora
de ir a la cama, se potenciará la presencia de dos hormonas que no
funcionan bien juntas: la melatonina y la insulina. Desde el punto de
vista de la diabetes, esto es especialmente importante, ya que en
presencia de melatonina disminuye la tolerancia a la glucosa, y esto
sucede principalmente en aquellos sujetos (que constituyen un 51 por
ciento de la población española) portadores de una variante génica en el
receptor de melatonina.
Junto a esto, y como informa Garaulet, hay otros factores que
relacionan la cronobiología y la diabetes, como la presencia de ciertas
variantes génicas en un gen reloj (el criptocromo), que marca también
nuestras horas.