La WACR, que tiene entre sus objetivos combatir el supuesto negocio que se hace con tratamientos oncológicos ineficaces, ha dirigido también sus misivas a los grupos científicos que apoyaron la vacunación.
Se trata de la Sociedad Española de Ginecología y Obstetricia (SEGO), la Sociedad Española de Pediatría (AEP), la Sociedad Española de Médicos de Atención Primaria (SEMERGEN), la Asociación Española de Patología Cervical y Colposcopia (AEPCC), la Asociación de Microbiología y Salud (AMYS) y la Sociedad Española de Citología (SEC).
Información recomendada en:
http://www.cdc.gov/std/hpv/default.htm,
http://www.cdc.gov/nip/publications/VIS/vis-hpv.pdf
http://www.cdc.gov/std/hpv/STDFact-HPV-vaccine-hcp.htm
http://www.ecca.info/webECCA/en/
Los miembros de la Asociación censuran la 'alarma social exacerbada e injustificada' creada por esta publicidad y apelan a la escasa incidencia de muertes por cáncer de útero en España -2 por cada 100.000 mujeres-, una de las más bajas de Europa.
Critican el 'ingente negocio' y la 'enorme inversión pública' que conlleva, ya que el coste por niña tratada con Gardasil asciende a 464 euros, un dinero que 'podría usarse para la investigación y tratamiento de patologías de mucha mayor incidencia'.
WACR quiere que los padres sepan que la vacuna, comercializada como Gardasil, prevendría -en el caso de que realmente lo haga- cuatro de los más de cien tipos del VPH que 'apenas se detectan en España' y que 'muy especialmente en adolescentes' suelen desaparecer de forma espontánea.
La organización advierte de que hará responsables penales a quienes la apoyan de los efectos adversos que pueda producir -'incluida la muerte'- y ofrece a los padres asesoramiento legal para que actúen si sus hijas resultan 'gravemente afectadas'.