Las mujeres sufren más la enfermedad de Alzheimer que los hombres, esto es debido principalmente a la mayor longevidad de las mujeres. Sin embargo, actualmente, se están estudiando otras causas que justifiquen esta mayor prevalencia. Entre ellas parece que también pueden jugar un papel importante los estrógenos (las hormonas sexuales femeninas). Estos también podría justificar por qué la enfermedad afecta de forma distinta a hombres que a mujeres. Mientras que en los hombres son más frecuentes los comportamientos agresivos, tanto físicos, verbales o sexuales, las mujeres tienden a ser más vulnerables a los cambios de humor o la depresión, y tienden a pedir menos ayuda a profesionales que los hombres.
21 de septiembre de 2011
LAS MUJERES Y EL ALZHEIMER
Al ser una enfermedad más prevalente en las personas de más edad, la
Organización Mundial de la Salud (OMS) prevé que debido al
envejecimiento de la población, el número de afectado se duplique de 18
millones de personas afectadas mundialmente a 34 millones en el año
2025, y de ellos el 70% se darán en los países desarrollados.
Las mujeres sufren más la enfermedad de Alzheimer que los hombres, esto es debido principalmente a la mayor longevidad de las mujeres. Sin embargo, actualmente, se están estudiando otras causas que justifiquen esta mayor prevalencia. Entre ellas parece que también pueden jugar un papel importante los estrógenos (las hormonas sexuales femeninas). Estos también podría justificar por qué la enfermedad afecta de forma distinta a hombres que a mujeres. Mientras que en los hombres son más frecuentes los comportamientos agresivos, tanto físicos, verbales o sexuales, las mujeres tienden a ser más vulnerables a los cambios de humor o la depresión, y tienden a pedir menos ayuda a profesionales que los hombres.
Las mujeres sufren más la enfermedad de Alzheimer que los hombres, esto es debido principalmente a la mayor longevidad de las mujeres. Sin embargo, actualmente, se están estudiando otras causas que justifiquen esta mayor prevalencia. Entre ellas parece que también pueden jugar un papel importante los estrógenos (las hormonas sexuales femeninas). Estos también podría justificar por qué la enfermedad afecta de forma distinta a hombres que a mujeres. Mientras que en los hombres son más frecuentes los comportamientos agresivos, tanto físicos, verbales o sexuales, las mujeres tienden a ser más vulnerables a los cambios de humor o la depresión, y tienden a pedir menos ayuda a profesionales que los hombres.