1. Los pacientes no están de vacaciones. No están en la mentalidad de que están sentados en el consultorio del médico o al hospital para pasar un buen rato. Ellos no están relajados; no han salido de sus problemas temporalmente detrás de ellos. Ellos no han comprado el servicio de habitaciones y un masaje. Ellos no están de humor para ser feliz. Ellos prefieren no ser que requiera el servicio que están solicitando.
2. Los pacientes no han optado por comprar el servicio. Los pacientes se han visto obligados a buscar el servicio, en la mayoría de los casos.
3. Los pacientes no están pagando por el servicio. Por lo menos no directamente. Y ellos no tienen idea de lo que el precio es de todos modos.
4. Los pacientes no están comprando un producto del que pueden exigir un resultado positivo. A veces el resultado del servicio sigue siendo la enfermedad y / o la muerte. Esto no significa que el servicio prestado no era una buena idea.
5. El paciente no siempre es correcto. Un paciente no puede, o no debe, ir a un médico exigiendo ciertas cosas. Deben exigir una buena atención, pero que la atención puede significar negar al paciente lo que piensa el paciente que necesita. El médico no es un siervo; ella no tiene que hacer todo lo que el paciente quiere. Ella tiene la obligación de hacer todo lo que el paciente necesita.
6. La satisfacción del paciente no siempre se correlaciona con la calidad del producto. Un paciente que se le administran antibióticos para un resfriado está muy satisfecho, pero ha conseguido la atención de mala calidad. Un paciente que consigue un alcance de rodilla para el dolor de rodilla también puede estar muy satisfecho, a pesar de que dicha cirugía se ha demostrado que tiene poco beneficio real en muchos tipos de dolor de rodilla.