El estudio, dice Bustelo, permite a los investigadores tener un mejor conocimiento de los pasos progresivos del desarrollo de la hipertensión.
Las proteínas Vav2 y Vav3 son esenciales para la regulación del sistema cardiovascular. Para demostrar su implicación en la patología cardiovascular, el equipo de Xosé Bustelo, del Centro de Investigación del Cáncer de Salamanca, generó ratones modificados genéticamente que carecían de alguno de estos dos genes y descubrió que desarrollaban hipertensión, remodelación cardiovascular y otros defectos típicamente asociados con la hipertensión como fallos renales, fibrosis cardiaca y renal (ver DM del 18-I-2007).
"Nos ofrece además información más concreta sobre los órganos que funcionan defectuosamente cuando esta proteína está ausente", indica el científico.
Las enfermedades cardiovasculares y accidentes cerebrales se han convertido en una de las principales causas de muerte en el mundo.
Según la Organización Mundial de la Salud, unas 17 millones de personas, un 30% de la población mundial, mueren cada año por algún tipo de enfermedad cardiovascular.