El 23% de las mujeres y el 17% de los hombres han sido víctimas de algún tipo de abuso sexual antes de cumplir 18 años. A muchos abusadores y agresores sexuales les gusta grabar sus experiencias y compartirlas en Internet. Otras personas aprovechan este interés para hacer un negocio, explotando a niños y menores de la manera más abyecta para dar satisfacción a los perversos intereses de estos depravados. Los pedófilos buscan en la red palabras como “angels”, “lolitas”, “boylover” o “preteens” para llegar adonde queremos llegar. Son personas que no tienen una mínima empatía, que no son capaces de ponerse en el lugar de esos pobres niños que sufren con horror su manipulación sexual. Son personas realmente enfermas, enfermas de maldad, que tienen que saciar sus instintos ocultándose y llevando una doble vida; como el señor que fue descubierto por su propia mujer, que se hizo pasar por una niña de 14 años y chateando con él, desde otro ordenador de la propia casa, recibía vía Internet imágenes de su marido que se masturbaba en la habitación contigua.