Preocupante son los potenciales efectos cancerígenos de las emisiones de los teléfonos móviles.

Los resultados de investigaciones realizadas en humanos han sido diversos y no se ha podido comprobar como afectan las radiaciones de los teléfonos celulares pero se ha confirmado que los móviles pueden alterar la glucosa del cerebro, indicador de actividad cerebral.
De acuerdo con un estudio realizado por investigadores del Instituto Nacional de Salud de Estados Unidos, el uso del teléfono móvil durante 50 minutos basta para que la actividad cerebral se acelere. Aunque no se sabe si esto puede ser nocivo o no, se demostró que la radiación electromagnética si tiene efectos directos y medibles sobre el cerebro.

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