En un trabajo que se publica en la revista Science,
los investigadores dirigidos por Thomas W. Valente , se plantean cuál
es el papel que puede desempeñar la estructura del grupo, y sus
interacciones y dinámicas, para, por ejemplo, reducir el consumo de tabaco en una pequeña escuela o disminuir la propagación de enfermedades de transmisión sexual dentro de una comunidad.
Valente
ha recopilado una serie de métodos que utilizan los defensores de salud
pública para estimular cambios en el comportamiento y explica por qué
algunos de éstos pueden ser más eficaces que otros en situaciones
particulares. En su opinión, el sector de la salud pública debe empezar a considerar la valiosa información que facilitan las herramientas como Facebook y Twitter.
«No solo han hecho más fácil recopilar datos, sino que son perfectas
para difundir información y, de alguna manera, persuadir hacia conductas
más saludables».