Los pacientes fueron seguidos en mediana
durante un periodo de 4,8 años y se comprobó que los pacientes que
seguían los 2 tipos de dieta mediterránea tenían buena adherencia a la misma. 288 pacientes presentaron durante este seguimiento algún tipo de enfermedad cardiovascular:
- 96 pacientes fueron del grupo que seguía la dieta mediterránea suplementada con aceite de oliva virgen extra
- 83 pacientes fueron del grupo que seguía dita mediterránea suplementada con frutos secos
- 109 pacientes del grupo que seguía dieta baja en grasa saturada
En función de estos resultados Los autores concluyen que entre las personas con alto riesgo de sufrir enfermedades cardiovasculares, el seguimiento de una dieta mediterránea suplementada con aceite
de oliva extra virgen o frutos secos reduce la aparición de nuevos
casos de las principales enfermedades cardiovasculares como pueden ser
el infarto de miocardio o la enfermedad cerebro-vascular.