- Éste solicitó una mamografía pero la radióloga la cambió por una ecografía
- El tumor le fue diagnosticado un año después, cuando ya había metástasis
- Antes de morir, encomendó a su familia que siguiera con el litigio
- Ahora, el TSJ de Valencia determina que se produjo una 'mala praxis'
- Los protocolos médicos recomiendan la ecografía en mujeres jóvenes.
Apenas 100 metros y un paso de cebra separan el domicilio de los Claver del Hospital General Universitario de Valencia. La proximidad, en este caso, no sirvió de nada. Porque a pesar de sus continuas molestias, a Ana le denegaron reiteradamente una mamografía por ser, en teoría, demasiado joven.
Desde finales de 2006 Ana acudió en varias ocasiones en este centro sanitario con más síntomas que, sin embargo, no levantaron sospechas. Le diagnosticaron, sucesivamente, dolor muscular, catarro y amigdalitis.
En realidad, eran dos las tumoraciones, como descubrió una TAC el 18 de septiembre de ese mismo año. La primera mamografía se efectuó nueve días después y confirmó el diagnóstico. Según la biopsia, un carcinoma muy extendido.
Aunque algunos expertos sí recomiendan esta prueba a partir de edades más jóvenes en mujeres de alto riesgo (por ejemplo, con antecedentes familiares), las pruebas más extendidas para la detección precoz del cáncer antes de los 40 años son la ecografía y la resonancia magnética.
De hecho, oncólogos especializados en cáncer de mama consultados se han mostrado sorprendidos por la condena del TSJV. "En mujeres jóvenes sintomáticas [es decir, que se noten un bulto], la prueba que puede darte alguna pista es la ecografía. La mamografía, en todo caso, se indicaría después de la 'eco', como complemento", indica una especialista.