Con la llegada del otoño, y más con los cambios de temperatura que estamos viviendo, comienzan a aparecer los primeros catarros y gripes –en muchos casos esta no es tal pero es fácil que a veces equivoquemos los síntomas–. Y en un afán por sentirnos bien rápidamente en seguida echamos mano de los antibióticos, muchas veces guardados en casa de una anterior vez que nos sobraron.
1. La mayoría de las infecciones respiratorias no requieren el uso de antibiótico.
2. No solicite un antibiótico a un médico cuando dicho profesional no lo considere indicado.
3. No pida un antibiótico en la farmacia sin receta.
4. No recomiende antibióticos a otras personas, especialmente si se refiere a los niños.
5. Cuando use un antibiótico, hágalo a la dosis recomendada, a las horas indicadas y durante los días establecidos por el médico.
6. No almacene antibióticos sobrantes en casa. Evitará un posible mal uso posterior.
7. No utilice antibióticos sin que se los haya prescrito un médico. Evite automedicarse.
8. Vacúnese, está demostrado que las vacunas pueden prevenir enfermedades infecciosas evitando complicaciones en personas de riesgo y limitando la transmisión de epidemias.
9. Si utiliza incorrectamente los antibióticos, usted y el resto de las personas pueden tener graves problemas en el futuro para combatir infecciones graves.
10. Cuando esté enfermo extreme las medidas de higiene. De ese modo evitará la transmisión de la infección a otras personas.