El Método Clínico Centrado en el Paciente (MCCP),
a diferencia de la atención clínica centrada en la enfermedad, toma en
cuenta, además de los aspectos biomédicos en la consulta, la experiencia
humana de enfermar, los aspectos subjetivos en la relación medico
paciente e introduce la participación activa del paciente en la toma de
decisiones.
El MCCP, implica una serie de componentes cualitativos que según los resultados de algunos estudios, refuerzan la relación médico paciente familia, mejoran los resultados clínicos y la calidad de atención.
El Center for Studies in Family Medicine (UWO) ha desarrollado una guía del MCCP, que se convierte en una herramienta práctica para el entrenamiento y la implementación del método; comprende una serie de componentes, simultáneos y en interacción que describimos en forma resumida a continuación:
1. Explorar de la dolencia y la enfermedad: implica la exploración simultanea de los aspectos biomédicos de la consulta, la enfermedad comprendida en la secuencia de diagnostico sindrómico o nosólogico, así como al dimensión humana de la experiencia de la enfermedad (dolencia), su nivel aceptación y adaptación, las ideas, las vivencias del paciente y los sentimientos respecto al problema.
2. Comprender integralmente a la persona implica comprender a la persona en su contexto familiar, social y biográfico (ciclo vital), factores que se encuentran en intima relación a los problemas de salud, las expectativas, el impacto del mismo.
3. Encontrar un campo común con relación al manejo: este componente se refiere a poder generar un plan de acción que comprenda la “agenda médica” y la “agenda del paciente”, acordando prioridades y metas, la responsabilidad y el poder; en términos bioéticos hacer hincapié en el desarrollo de la autonomía del paciente.
4. Incorporar la promoción de la salud y la prevención. Los cuidados longitudinales en atención primaria permiten desarrollar cuidados preventivos primarios y secundarios que proteja la salud del paciente y su familia desde una perspectiva biopsicosocial.
5. Reforzar la relación médico paciente, comprendida como una relación humana de ayuda, permite establecer un vinculo de confianza para prevenir y resolver los problemas de salud del paciente. Implica actitudes como la empatía, la aceptación y la autenticidad.
6. Uso realista del tiempo y los recursos: este componente implica orientar la práctica clínica a las prioridades, necesidades y recursos del paciente y del médico, en el contexto donde se realizan los cuidados.
Este material fue extraido del trabajo “MCCP: Estudio de Casos”, desarrollado por el Centro de Estudios en Medicina Familiar (CEMF) Ian McWhinney, de Argentina.
El MCCP, implica una serie de componentes cualitativos que según los resultados de algunos estudios, refuerzan la relación médico paciente familia, mejoran los resultados clínicos y la calidad de atención.
El Center for Studies in Family Medicine (UWO) ha desarrollado una guía del MCCP, que se convierte en una herramienta práctica para el entrenamiento y la implementación del método; comprende una serie de componentes, simultáneos y en interacción que describimos en forma resumida a continuación:
1. Explorar de la dolencia y la enfermedad: implica la exploración simultanea de los aspectos biomédicos de la consulta, la enfermedad comprendida en la secuencia de diagnostico sindrómico o nosólogico, así como al dimensión humana de la experiencia de la enfermedad (dolencia), su nivel aceptación y adaptación, las ideas, las vivencias del paciente y los sentimientos respecto al problema.
2. Comprender integralmente a la persona implica comprender a la persona en su contexto familiar, social y biográfico (ciclo vital), factores que se encuentran en intima relación a los problemas de salud, las expectativas, el impacto del mismo.
3. Encontrar un campo común con relación al manejo: este componente se refiere a poder generar un plan de acción que comprenda la “agenda médica” y la “agenda del paciente”, acordando prioridades y metas, la responsabilidad y el poder; en términos bioéticos hacer hincapié en el desarrollo de la autonomía del paciente.
4. Incorporar la promoción de la salud y la prevención. Los cuidados longitudinales en atención primaria permiten desarrollar cuidados preventivos primarios y secundarios que proteja la salud del paciente y su familia desde una perspectiva biopsicosocial.
5. Reforzar la relación médico paciente, comprendida como una relación humana de ayuda, permite establecer un vinculo de confianza para prevenir y resolver los problemas de salud del paciente. Implica actitudes como la empatía, la aceptación y la autenticidad.
6. Uso realista del tiempo y los recursos: este componente implica orientar la práctica clínica a las prioridades, necesidades y recursos del paciente y del médico, en el contexto donde se realizan los cuidados.
Este material fue extraido del trabajo “MCCP: Estudio de Casos”, desarrollado por el Centro de Estudios en Medicina Familiar (CEMF) Ian McWhinney, de Argentina.