Tres contaminantes
“El tráfico rodado urbano es la mayor causa del incremento de los niveles de contaminantes de partículas en suspensión y dióxido de nitrógeno y, por tanto, del efecto de la calidad del aire sobre la salud humana”, asegura Xavier Querol, investigador del CSIC y miembro del comité científico del informe de la OMS sobre contaminación y salud.El ozono troposférico —conocido como ozono malo, frente al bueno, el estratosférico, que filtra la radiación ultravioleta— es un contaminante secundario propio de los meses de verano. Se forma cuando los óxidos de nitrógeno (procedentes de la combustión de los vehículos) y los compuestos orgánicos volátiles (como el benceno) reaccionan con la radiación solar. “El 75% del territorio europeo no cumple con la norma de ozono”, señala Querol. “Además, se ha demostrado que no tiene umbral de protección y que a bajos niveles también afecta a la salud humana de forma muy evidente”, añade. Un informe de la Agencia Europea del Medio Ambiente (EEA) con datos de 2010 constató que España fue el país de la UE que más veces rebasó los niveles saludables de este gas irritante.
El informe de la OMS sugiere endurecer la legislación sobre las partículas en suspensión. “Se apunta a las partículas de hollín o carbono negro de los motores diésel, ya declaradas cancerígenas en 2012, como uno de los principales causantes del impacto sobre la salud humana”, señala Querol.