Investigadores de la Third Military Medical University de Chongqing, en China, aseguran que los pimientos picantes pueden ser beneficiosos para las personas hipertensas ya que han descubierto que el mismo componente que hace que al comerlos parezca que sale fuego por la boca, la capsaicina, también puede favorecer la relajación de los vasos sanguíneos.
Esta sustancia es una de las más abundantes en estos pimientos y, según los resultados de una investigación en ratones que publica esta semana la revista 'Cell Metabolism', consigue activar el receptor de potencial transitorio V1 (TRPV1) aumentando la producción de óxido nítrico, una molécula gaseosa que protege los vasos sanguíneos contra la inflamación y la disfunción.
En cualquier caso, todavía no están claras las cantidades de capsaicina que habría que comer al día para mejorar la presión arterial y "mantener alejado al médico", explica Zhu, que ha encontrado este componente en una pimienta japonesa menos fuerte que estos pimientos, ideal para quienes no puedan tomar picante.