Un estudio danés-canadiense, publicado por el American Journal of Clinical Nutrition, llegó a la conclusión que los videojugadores están propensos a comer más de lo necesario. La investigación estuvo encaminada a averiguar el por qué de la epidemia de obesidad que cunde por Canadá. El autor de la publicación, el doctor Jean-Philippe Chaput,quinesiólogo del Hospital Infantil de Ontario del Este, dijo que “es un escenario peor que el de la actividad sedentaria, porque sí, jugamos y quemamos calorías, pero también comemos más”. Asimismo, señaló que, aunque las 80 calorías extra pueden sonar a poco, no es así. El ejemplo dado fue con una manzana extra al día, que significa 50 calorías más. Eso se traduce en 28 kilos extra en 10 años.
Según el estudio, después del juego se busca algún tipo de recompensa comestible, a pesar que los estudios en sangre de los jóvenes no reflejaban que las hormonas relacionadas con el apetito se hubiesen elevado. Es decir, el bocadillo (que regularmente es grasoso o poco nutritivo), es requerido a pesar de no tener hambre realmente. La investigación extiende este tipo de comportamiento hacia los usuarios de computadora y los televidentes.