Un equipo de investigadores del Instituto Karolinska de Estocolmo (Suecia) ha demostrado que los nitratos inorgánicos, presentes en las verduras como las espinacas, tras entrar en contacto con las bacterias bucales producen óxido nítrico.
Este óxido tiene un efecto vasodilatador en las arterias, lo que ayuda a abrirlas y por lo tanto mejora su función, y contribuye al control de la presión arterial.
La Fundación Española del Corazón (FEC) se hace eco del estudio y recomienda el consumo moderado de espinacas. La doctora Regina Dalmau, de la Sociedad Española de Cardiología
(SEC), aclara: "Es importante destacar que las personas que padezcan
hipertensión arterial sigan tomando su mediación de forma normal, ya que el consumo de espinacas no es un tratamiento, sino una medida de prevención".