En personas menores de 70 años y con un consumo dietético adecuado, los suplementos de calcio no han demostrado eficacia en la prevención de fracturas.
La menopausia no es una indicación para el uso de calcio.
Los ancianos frágiles son los que se pueden beneficiar.
Los datos de factura de cadera y de riesgo cardiovascular apoyan el uso asociado a vitamina D.