La metformina (dimetil biguanida) se extrajo de la Galega officinalis en
1922(en
España se encuentra desde el río
Guadiana al
Guadiaro ). Esta hierba se ha utilizado durante siglos para tratar muchos
problemas de salud incluida la poliuria. La metformina mostró en los
primeros estudios disminuir la glucemia con menos efectos adversos
gastrointestinales que las sulfonilureas.
En un ensayo clínico de 1957 la metformina demostró, de nuevo, disminuir
la glucemia en pacientes con diabetes tipo 2 y mantener glucemias
normales en pacientes sin diabetes. Las molestias intestinales que
provocaba se minimizaban mediante su introducción con un incremento
progresivo de la dosis.
Entre los siguientes estudios con
metformina el más influyente fue UKPDS
. Es un
ensayo clínico aleatorio multicéntrico con 3.867 pacientes seguidos
durante 10 años que concluye que, con independencia del control de la
glucemia, la metformina reduce el riesgo de infarto de miocardio y de
mortalidad por todas las causas. Así, a partir de 2012, en las guías
americanas y europeas de diabetes la metformina se convierte en el
tratamiento de primera elección para pacientes obesos y con diabetes
tipo 2
La historia del uso médico de la metformina no ha terminado todavía, ya
que los nefrólogos creen que la metformina está infrautilizada en la
enfermedad renal. Incluso está en estudio su posible utilidad en el
tratamiento del cáncer.
Podemos aprender muchas cosas acerca de esta historia:
- Cuesta mucho tiempo recoger datos poblacionales seguros sobre la eficacia de los fármacos.
- Las medicaciones pueden producir más beneficios y daños que los que inicialmente se indican al salir al mercado.
- Los medicamentos patrocinados por importantes compañías
farmacéuticas dominan el mercado. Utilizar medicaciones novedosas,
estudiadas durante un corto periodo de tiempo, puede resultar
arriesgado.
- Una mejor comprensión de la farmacodinámica y farmacocinética puede
evitar la creencia de que todos lo fármacos de un mismo grupo químico
tienen las mismas acciones y efectos adversos (fenformina y metformina).
- Trasladar la evidencia científica a la práctica clínica puede llevar tiempo.