Cuando un paciente gestiona su enfermedad, conoce sus derechos así
como también sus deberes, aprende qué debe hacer en cada momento,
disminuyendo el número de visitas a urgencias, los ingresos
hospitalarios, el gasto sanitario y mejorando directamente su calidad de
vida.
En la actualidad no es suficiente una consulta de 15-20 minutos para
satisfacer las demandas del paciente. Los pacientes son activos y buscan
información a través de internet y las redes sociales, sin embargo no
toda la información de la red tiene calidad científica, es por ello que
mantener un programa de formación de pacientes expertos de la mano de
profesionales sanitarios se hace necesario.
El paciente experto tiene el rol de promover información a otros pacientes que padecen la misma enfermedad crónica, para comprometerlos en los Autocuidados. Son seleccionados habitualmente por el equipo de
salud, participan de manera voluntaria, tiene ganas de colaborar, son
comunicativos, les resulta fácil contar su experiencia, y por supuesto
no tienen alteraciones psíquicas que le impidan hacerlo.