La reducción de peso es una de las
terapias más eficaces para los diabéticos obesos que no requieren
tratamiento con insulina. Sin embargo, los diabéticos obesos tienen
mayores dificultades para perder peso que los obesos no diabéticos y
con frecuencia, la tasa de éxito con las dietas convencionales es baja.
El desarrollo de dietas muy bajas en calorías (VLCD) en las últimas tres décadas ha proporcionado un enfoque alternativo para el tratamiento de los pacientes obesos diabéticos tipo 2. La dieta proteinada es una dieta muy baja en calorías cetogénica, con un aporte de proteínas ajustado a los requerimientos del organismo, con bajo aporte de hidratos de carbono y lípidos y suplementada con vitaminas y oligoelementos, cuya principal ventaja es que consigue una pérdida de peso inicial muy rápida facilitada por el efecto anorexígeno de la cetosis, disminución del perímetro de cintura, y mejora del control metabólico a los pocos días de tratamiento. Esta mejora de la glucemia, superior a la que
cabría esperar por la pérdida de peso, se consigue gracias a la
reducción de la producción de glucosa hepática y aumento en la
sensibilidad a la insulina. Mediante la mejora del control glucémico,
las dietas muy bajas en calorías también consiguen mejorar otros
factores de riesgo cardiometabólico.
Según los resultados preliminares del estudio DiaproKal, la dieta proteinada permite la pérdida de peso
aportando beneficios en el control metabólico en los pacientes obesos
con diabetes tipo 2, sin evidencia de efectos adversos graves en el
desarrollo del estudio, por lo que representa una herramienta eficaz y
segura en el tratamiento médico de los pacientes obesos con diabetes
mellitus tipo 2. Estos datos complementan los resultados de la eficacia a
largo plazo que se evalúa en un estudio comparativo de dos años de
seguimiento (estudio Prokal) con la dieta proteinada como pauta
dietética para la pérdida de peso.