Donde Ana Mato sólo ve un "error", las organizaciones médicas ven "consecuencias de la ley", tal y como señalan en un comunicado.
"La muerte de Alpha Pam ha destapado hasta qué punto una decisión legislativa puede marcar la diferencia entre la vida y la muerte",
subraya el texto en el que los profesionales sanitarios advierten de
que el caso del senegalés que falleció a causa de una tuberculosis no es
asilado.
La Sociedad Española de Medicina Comunitaria y de Familia (SEMFYC) y
la organización Médicos del Mundo no han tardado en responder a la
ministra de Sanidad respecto a sus declaraciones sobre la muerte de un joven senegalés que no fue atendido en el hospital de Inca.
"La investigación abierta por la administración balear y su interpretación de los hechos buscan culpabilizar a los profesionales con los que se encontró Alpha Pam en su periplo", señalan. Sin embargo, "es la nueva normativa sanitaria la que no les permite realizar adecuadamente su trabajo".
En el caso de Alpha Pam no hubo mal praxis sanitaria, señalan. Lo
cierto es que Alpha Pam, al carecer de tarjeta sanitaria, a pesar de
llevar varios años empadronado en Mallorca, "no contaba con un doctor/a
de referencia en el Centro de Salud; por tanto nadie pudo llevar a cabo
un adecuado seguimiento del avance de su enfermedad desde el primer
momento en el que él acudió, no se pudo activar el protocolo
correspondiente en un caso de enfermedad transmisible, ni fue posible
derivarle desde Atención Primaria a Especializada", señalan.