En el tratamiento de la diabetes, consideramos que existen tres pilares básicos. De los tres pilares: Atención Primaria, Endocrinología y Educación diabetológica, nos vamos referir a este último bajo la perspectiva del paciente diabético.
La efectividad de la educación, con frecuencia, sería mayor, si se realiza en grupo, con periodicidad. Nuestra experiencia nos ha demostrado que la terapia de grupo es mucho más efectiva que la individual en este aspecto, puesto que la comunicación entre ellos es mayor en el plano didáctico.
Para ello es preciso que se dé carta de naturaleza a la figura del enfermero/a, titulado educador en diabetes, a fin de que sean los responsables de llevar a cabo el Plan y controlar el mismo para lograr su mayor efectividad
Se deduce que el pilar de la educción diabetológica debe potenciarse por los siguientes motivos:
1. Una buena educación diabetológica serviría de ayuda a los Médicos de Familia en cuanto a información privilegiada de los pacientes a efectos de su tratamiento.
2. El conocimiento de la enfermedad por parte de los diabéticos y su información de modo continuado llevaría a un mayor control en todos los aspectos con una mejora substancial de la calidad de vida personal y por extensión de la familia y del entorno laboral, de relación, etc., en el que se mueven.
3. Asimismo todo este conocimiento permitiría a los endocrinólogos y especialistas poder prevenir las complicaciones, evitando que tengan que enfrentarse a hechos consumados y con resultado incierto la mayoría de las veces.
4. Como consecuencia de un buen control, la disminución de consultas, medicamentos, estancias en los hospitales por ingresos no programados o urgentes, etc. supondría un ahorro verdaderamente importante, absorbiendo con creces a los que serían necesarios llevar a cabo en la medicina preventiva.