Las causas principales de la utilización innecesaria de la radiología son:
1. Repetir pruebas, ya echas en otro hospital, en consultas externas o en urgencias.
¿LE HAN HECHO YA ESTAS PRUEBAS?
2. Pedir pruebas complementarias que seguramente no alterarán la atención al paciente:
¿LAS NECESITO?
3. Pedir pruebas con demasiada frecuencia: concretamente, antes de que la enfermedad haya podido evolucionar, o resolverse, o antes de que los resultados puedan servir para modificar el tratamiento.
¿LAS NECESITO AHORA?
4. Pedir pruebas inadecuadas. Las técnicas de diagnóstico por imagen evolucionan con rapidez. Suele ser conveniente comentar el caso con un especialista de radiología clínica o de medicina nuclear antes de pedir las pruebas complementarias en cuestión.
¿SON ÉSTAS LAS PRUEBAS MÁS ADECUADAS?
5. No dar la información clínica necesaria, o no plantear las cuestiones que las pruebas de diagnóstico por imagen deben resolver. En este caso, estas carencias u omisiones pueden tener como consecuencia que se utilice una técnica inadecuada (por ejemplo, que se omita una proyección que pudiera ser fundamental).
¿HE EXPLICADO BIEN EL CASO?
6. Exceso de pruebas complementarias. Unos médicos recurren a las pruebas complementarias más que otros. A algunos pacientes les tranquiliza someterse a exploraciones
complementarias.
¿SE PIDEN DEMASIADAS PRUEBAS COMPLEMENTARIAS?