Los servicios de salud no están preparados para asumir una nueva realidad sociodemográfica · El cambio necesario para adaptar el sistema al futuro inmediato es para algunos una oportunidad
En personas que viven con dos o más enfermedades crónicas sintomáticas resulta difícil establecer una enfermedad predominante, ya que todas las que coexisten son similares en cuanto a su potencial para afectar a la dependencia y supervivencia.
Recientemente la Escuela Andaluza de Salud Pública, con sede en Granada, acogió una reunión en la que se presentó un documento que analiza e investiga la manera en que la gestión de los recursos sanitarios debe adaptarse a todo eso. El texto es la plasmación en papel del trabajo del Observatorio de Prácticas Innovadoras en el Manejo de Enfermedades Crónicas Complejas (Opimec), un proyecto promovido por la Consejería de Salud de la Junta de Andalucía pilotado por la EASP.
Esa población diana que marcará la tendencia demográfica no incluye solo a las personas con una enfermedad primaria que desencadena enfermedades secundarias (por ejemplo, una persona con diabetes que sufre retinopatía y neuropatía asociadas), sino también a aquellas en las que coexisten dos o más enfermedades (por ejemplo, personas con diabetes, cáncer y enfermedad de alzhéimer al mismo tiempo). Es un fenómeno creciente y no exclusivo de los países ricos. Pero hay diferencias. "Mientras ahora Inglaterra o España comparten un crecimiento de población mayor de 65 años, un 16% aproximadamente, pero el horizonte no es el mismo. Dentro de 40 años ellos tendrán un 23% y España un 34%.
En Estados Unidos dos tercios de los mayores de 65 padecen múltiples enfermedades crónicas. Los estudios de pacientes admitidos en hospitales en España también muestran una prevalencia de polipatología que va del 42% a poco más del 57%.
Los recursos públicos deben adaptarse a nuevos horizontes, a nuevos cuidados. Jadar( catedrático del Cento para la Innovación Global en e-Health de Canadá, indican que estas personas pueden representar el 50% de la población que vive con enfermedades crónicas, al menos en los países de rentas altas. ), que define este proceso como "la era del cambio exponencial", aboga por "una guerra contra el sufrimiento innecesario" y alude a la "tendencia sintomatológica" de los médicos que no se forman para lo que luego realmente hacen.
Los síntomas más habituales (ansiedad, anorexia, fatiga, dolor, problemas de deglución, o gripes) no son las areas de conocimiento en que más se han volcado desde las facultades de medicina.