El nuevo concepto de eficiencia de la Conselleria de Sanidad es
no gastar y para que no haya gasto lo mejor, a su entender, es cerrar
centros y operar lo justo. Una de las 177 medidas del Plan de Mejora sanitario
es clausurar todos aquellos centros de salud e instalaciones obsoletas o
que hayan quedado inactivas. La conselleria descartó que La Fe sea uno
de los hospitales que vayan a cerrarse.
Para aminorar el gasto también se contempla acabar
con la política de derivación de pacientes de la lista de espera —con
más de 90 días de demora— al plan de choque de las clínicas privadas que
entró en vigor en 1996. El texto habla de «reducción progresiva, hasta
el mínimo», sin precisar que las únicas que quedarán fuera serán las
operaciones de cataratas que fue lo que se anticipó la semana pasada,
con la salvedad de que las que no entraran dentro el plan concertado se
realizarían a través del autoconcierto en hospitales de la red, pero
parece ser que los tiros tampoco van a ir por ahí porque otra de las
medidas del Plan de Mejora de la Eficiencia es «revisar el programa de
autoconcierto», para evaluar la relación de coste-efectividad, que
incluye su «posible supresión».
En esa misma línea de controlar
hasta el céntimo, la conselleria propone revisar el procedimiento que
regula la derivación de pacientes a la Fundación Oftalmológica del Mediterráneo (FOM) y al Instituto Valenciano de Oncología
(IVO), con especial atención a los que fueron remitidos hace años y que
todavía son atendidos y tratados allí. La eficiencia a partir de ahora
será citar a los pacientes oncológicos en los centros de especialidades
de cada departamento sanitario. Otra de las medidas de contención del
gasto es ultimar el concierto con las clínicas privadas que hacen
interrupciones de embarazo y practicar los abortos en los hospitales de
la red pública.