En España, estas enfermedades determinan el 35% de todas las muertes entre los varones y el 43% entre las mujeres.
La aparición de la enfermedad y su progresión están condicionadas por la presencia de los llamados factores de riesgo: consumo de tabaco, colesterol elevado, hipertensión, vida sedentaria, sobrepeso/obesidad y diabetes, entre otros. A partir de estos factores el médico intenta predecir el riesgo de un individuo de padecer la enfermedad, con el fin de aplicar medidas de prevención adecuadas. Sin embargo, con las herramientas actuales, hay un alto porcentaje en el que el riesgo no se detecta hasta que las consecuencias son irreversibles. Este estudio conseguirá mejorar la detección de estos individuos que tienen ya la enfermedad sin encontrarse en una clasificación de riesgo ni sufrir síntomas.
Pruebas de imagen
Índice tobillo-brazo (ITB). Es una herramienta sencilla, barata y reproducible que se puede realizar en la consulta médica, con una gran utilidad para el diagnóstico de la enfermedad arterial periférica (EAP) y para la detección de sujetos con alto riesgo cardiovascular.Se trata de una prueba no invasiva que estima la diferencia entre la presión arterial tomada a nivel del tobillo y la obtenida al medirla en el brazo. Así, se calcula el cociente entre la cifra más elevada de la presión del tobillo y la más elevada de la del brazo. Tras obtener dos valores de ITB, uno para cada miembro inferior, se selecciona como definitivo el más bajo de ellos.
Cuando el valor de ITB es menor de 0,9, es indicativo de la presencia de una obstrucción en el territorio vascular de los miembros inferiores. Este resultado supone, de hecho, el diagnóstico de EAP, a pesar de que más del 80% de las personas que se somete a esta prueba no evidencia manifestaciones clínicas.
Ecografía de la carótida. También se conoce como ecografía Doppler carotídea o estudio Doppler carotídeo. Es un procedimiento de diagnóstico por imagen no invasivo y que no causa molestias. Esta tecnología emplea ondas sonoras de alta frecuencia para representar un órgano o monitorizar la circulación.Se utiliza para detectar la presencia de alteraciones en las arterias carótidas, los grandes vasos del cuello que conducen la sangre al cerebro, como por ejemplo placas que estrechen la luz del vaso y disminuyan el flujo sanguíneo, hallazgo indicativo de un mayor riesgo de sufrir un accidente cerebrovascular.
No necesita preparación previa del paciente.
Ecografía abdominal.
Técnica no invasiva que utiliza el ultrasonido para reproducir imágenes del corazón. Puede incluso utilizarse en pacientes pediátricos para detectar cardiopatías desde edades muy tempranas.
Esta prueba identifica áreas del músculo cardiaco que no se contraen adecuadamente como consecuencia de un riego sanguíneo escaso o de los daños provocados por un infarto de miocardio.
Esta ecografía puede detectar la formación de trombos (coágulos) en el corazón, la acumulación de líquido en el pericardio y problemas en la aorta.
Tomografía Axial Computerizada (TAC).
La exploración de TAC cardíaca da información sobre la presencia, la ubicación y la extensión de la placa de ateroma (o placa calcificada) que se deposita en las arterias coronarias, los vasos sanguíneos que suministran sangre oxigenada al músculo del corazón. Los resultados de la TAC cardíaca se expresan en score de calcio. Este examen también es conocido como cuantificación de calcio en las arterias coronarias.
La prueba no requiere la inyección de material de contraste y es indolora. Tan sólo exige permanecer inmóvil y conteniendo la respiración unos minutos para que las imágenes puedan captarse con calidad y precisión.
Resonancia Magnética (RM).
A diferencia de las radiografías y del TAC, que utilizan rayos X, la resonancia magnética reproduce estas imágenes gracias a la combinación de imanes y potentes ondas de radio. El campo magnético de la máquina de RM excita los átomos de hidrógeno del cuerpo y produce una pequeña señal de radio. Un programa informático capta estas señales y las transforma en una imagen que se visualiza a través de un monitor.
Es muy útil para obtener información clara sobre el estado de los vasos sanguíneos sin necesidad de exponer al paciente a radiación.
Con frecuencia se combina esta prueba con otras técnicas de imagen, como el PET o el TAC, para elaborar un diagnóstico más definitivo.
Dependiendo del área que se vaya a estudiar, se le solicita al paciente no comer ni beber nada entre seis y cuatro horas antes del examen. Por lo general, no se necesita ningún otro tipo de preparación.
Tomografía por Emisión de Positrones (PET).
Es una prueba de imagen no invasiva en la que se utilizan cantidades mínimas de una sustancia radiactiva (llamada radiofármaco, radiotrazador o marcador). Este dispositivo combina un escáner que trabaja conjuntamente con un programa informático que mide la cantidad de radiofármaco que es absorbida por el área de organismo a estudiar. De esta manera se obtienen imágenes que proporcionan detalles tanto de la estructura como de la función de los órganos y tejidos.
A nivel cardiaco, ofrece información sobre el tamaño, la forma, la posición y el funcionamiento de este órgano y permite saber está trabajando de forma adecuada o presenta algún tipo de insuficiencia circulatoria. El PET determina cómo es el flujo sanguíneo hacia el músculo cardíaco, así como los efectos de un infarto de miocardio en áreas del corazón (por ejemplo, si existen rastros de tejido cicatricial, signo de que se ha producido una lesión).