ANTONIO JIMÉNEZ. experto en mercado asegurador. 28 de diciembre
Desde el sector asegurador (dedicado a la protección de las personas, sus vidas, patrimonios, negocios, etc.) nos gustaría solicitar una cierta calma y reflexión objetiva sobre el aluvión de opiniones que cada día existen sobre la salud y sus modelos.
¿Pacientes o clientes? ¿Usuarios o asegurados? Pues no hay una
disyuntiva que definir. Todos somos clientes, ya sea en el modelo
público (lo sostenemos con nuestros impuestos) o en el modelo privado,
todos somos pacientes. Porque el profesional que nos trata en un
hospital privado, lo es tanto como el que nos cuida en el sistema
público.
¿Negocio privado o riqueza para todos? Pues el 2,5% de nuestro
PIB viene del sector de la salud privada que emplea a más de 234.000
personas; soporta el 26,2% del gasto sanitario nacional: más de
7.000.000 millones de personas tienen un seguro de salud privado,
liberando de recursos al sistema público.
¿Sanidad de alta calidad y complejidad incompatible con sanidad
privada? Además, el 37% de los TAC, el 58% de las RM, el 56% de los PET y
el 41% de los mamógrafos, se realizan en los centros privados.
¿La sanidad privada, peor que la pública? Busquemos en Google
“informe RESA” y podremos ver como los resultados están ahí. Los niveles
de satisfacción son muy elevados, las mediciones muestran datos de
calidad muy sólidos, en el tiempo y muy alto valor.
¿Modelos en
conflicto? Nada más lejos de la realidad. El 42% de los hospitales
privados dispone de concierto con las administraciones públicas.
Asimismo un 7% de los hospitales privados están integrados en la Xarxa
Hospitalaria d’Utilització Pública (XHUP).
¿Seguros para ricos?
En ningún caso. El 83,8% de los funcionarios
eligen la sanidad privada. Por tanto es un modelo ampliable y la
desgravación fiscal que plantean todos los estudios económicos de
diferentes foros va por este camino. Un gran impacto en la reducción de
las listas de espera y en minorar el gasto sanitario, con un ahorro
superior a los 1.200 euros por ciudadano/ año.
Con todo lo comentado, es evidente que hay soluciones pragmáticas y
factibles que, además, no se contraponen ni se excluyen.
Formamos parte
de un solo Sistema Nacional de Salud que tiene enormes recorridos.
Desde el sector asegurador estamos convencidos de que es realmente
necesario impulsar el desarrollo de las iniciativas público/privadas
porque los beneficios serán inmediatos y evidentes.