El número de casos que se registran en España cada año no deja de ser una estimación, una aproximación que se obtiene al extrapolar los datos de los registros de población que existen en algunas provincias. Según el estudio EURCARE que ahora publica la revista The Lancet Oncology, estos registros de tumores apenas representan al 17% de la población española, muy lejos de la cobertura del 100% que ofrecen la mayoría de países europeos.
De los 46 tipos de cáncer analizados, el de testículos es el que presenta mejor pronóstico (con una supervivencia a los cinco años del 88,6%), seguido del de labio, tiroides, próstata, melanoma, mama o linfoma de Hodgkin (todos ellos por encima del 80%). Los de peor pronóstico, en cambio, son los de páncreas, pleura (ambos por debajo del 10%) o hígado (apenas del 12%).
De hecho, de los 29 países analizados para tener esta fotografía europea de la situación del cáncer, España es uno de los ocho que aún carece de un registro nacional.
En los países donde sí existe un registro nacional, aclara, cada caso de cáncer se notifica obligatoriamente a una base de datos que permite obtener una fotografía precisa. Si esto no se hace en España, sugiere este epidemiólogo, es porque resulta muy caro.
Los nueve registros de tumores están situados en País Vasco, Cataluña (que tiene dos), Navarra, Cuenca, Valencia, Murcia, Albacete y Granada.
En el caso de los niños sí existe un registro nacional con una cobertura mucho más completa (con casi el 93% de los casos que pasan por los servicios de oncología pediátrica).