“La idea de que las células luminales –situadas en la próstata- son las culpables del cáncer en este órgano ha estado siempre muy extendida, dado que los tumores producidos guardan un enorme parecido con este tipo de células”, afirma Owen Witte, autor principal del estudio e investigador del Centro Integral del Cáncer Jonsson de la UCLA.
“Es posible empezar con una célula basal e inducir el cáncer de próstata humano. Este descubrimiento nos dará en el futuro la oportunidad de comprender la secuencia de sucesos genéticos que da lugar a este cáncer y poder así definir las rutas de señalización celulares que alimentan el tumor maligno. Esto nos ayudará a descubrir posibles nuevos objetivos para las terapias”, continua Witte.
“Empezando con células sanas y convirtiéndolas en cancerosas podemos estudiar el proceso de desarrollo del cáncer. Si entendemos de dónde viene el cáncer, podremos ser capaces de desarrollar mejores herramientas de predicción y diagnóstico. Sabemos que esas células son malignas, pero no sabemos cómo han llegado a serlo”, declara Andrew Goldstein, primer autor del estudio, publicado esta semana en la revista Science.
Según Goldstein, ahora que los científicos saben que las células basales son una de las raíces del cáncer de próstata humano, pueden estudiarlas antes de que se vuelvan malignas y desvelar qué expresan que las benignas no hacen, lo que quizá dará lugar a un nuevo marcador para la detección temprana.
Sólo este año, más de 217.000 hombres serán diagnosticados de cáncer de próstata.