Ocho de cada diez pacientes que
padecen cáncer de mama en España son tratadas con radioterapia, según ha
informado la Sociedad Española de Oncología Radioterápica, quien ha
recordado que este tumor tiene una incidencia de 19,5 casos por cada
100.000 mujeres al año.
No obstante, la tasa de mortalidad que ocasiona en España es la
más baja de toda la Unión Europa 11,7 casos de cada 100.000, según el European Center Mortality Predictions
for the Year 2012--, y la supervivencia global a los cinco años del
diagnóstico es superior al 75 por ciento de todos los casos que ocurren
en el territorio español.
De hecho, hace tan sólo unos años los tumores de mama se diagnosticaban cuando eran ya palpables y, actualmente, los pacientes
que acuden a los hospitales han sido ya diagnosticados gracias a una
mamografía de cribado y, una vez descubierto el tumor, son tratados con
cirugía conservadora, radioterapia y, en muchas ocasiones, con un
tratamiento sistémico.
Sin embargo, el actual reto que tienen los oncólogos
radioterápicos está en la refinición de nuevos esquemas de irradiación
más cómodos y más fáciles de integrar en el tratamiento multidisciplinar
que reciben las pacientes.
En este sentido, recientemente han aparecido los esquemas de tratamiento denominados hipofraccionados, con los que se obtienen, según
ha comentado el experto, los "mismos resultados" que con los tratamientos anteriores pero en "mucho menos tiempo, tan sólo tres o cuatro semanas".
Gracias a estas nuevas terapias se consigue que las pacientes
tengan una mayor comodidad y se optimicen los recursos disponibles,
ofreciendo a las afectadas la "mejor" tecnología posible. "El
tratamiento radioterápico que se ofrece actualmente a estas pacientes
tiene una duración de entre cinco y siete semanas, con unos resultados
excelentes, tanto en términos de curación como de toxicidad", ha
apuntado Algara.
En España está en marcha un estudio multicéntrico coordinado y
promovido por el Grupo de Trabajo de Cáncer de Mama (GEORM) de SEOR y
por el Grupo de Investigación Clínica de Oncología Radioterápica (GICOR)
para comprobar la utilidad de un tratamiento de tres semanas, que ya ha
reclutado más de 1.000 pacientes y del que el año que viene se
presentarán los resultados preliminares.