La frecuentación de las consultas de atención primaria es un fenómeno multicausal influido por el entorno social, las organizaciones sanitarias y los profesionales.
Se ha analizado el impacto de los
factores socioeconómicos en la frecuentación de las
consultas de medicina de familia y resulta evidente la influencia que la
cultura consumista y la medicalización de la sociedad, heredera a su
vez del modelo biomédico hegemónico, ejercen sobre la utilización de los
servicios. Así, una proporción no despreciable de demandas se
relacionan con situaciones de malestar o con problemas laborales,
sociales o personales que tradicionalmente quedaban confinadas a la
responsabilidad personal o a la intimidad del hogar. No obstante, la
influencia de los factores relacionados con el profesional y la
organización pueden llegar a explicar más del 50% de la variabilidad en
la utilización de las consultas de atención primaria, lo que
pone de manifiesto así mismo las posibilidades reales de intervenir
sobre la gestión de la demanda asistencial desde la propia organización.
El modelo de demanda caracterizado por una frecuentación y presión
asistencial altas sigue siendo habitual en atención primaria y obliga a
adoptar medidas de racionalización de la demanda. Un método excelente en
este sentido es el emprendido por Millas et al en el artículo que
comentamos, que consiste en identificar el potencial de
mejora en la redistribución de tareas, con la participación de
enfermería y las unidades administrativas, para corregir el exceso de
demanda que se canaliza exclusivamente en la consulta médica.
Este tipo de análisis cuantitativos y cualitativos de...