En los años 70 se hizo evidente que el sistema sanitario tenía una limitada capacidad de conservar y restaurar la salud. En concreto se le
atribuía sólo el 11%. Para apoyar esta afirmación se citaba a Lalonde,
el ministro canadiense de salud que había promovido un estudio sobre
la situación sanitaria en su país. Supongo que pocos de los que lo
citaban, entre los que puedo incluirme, lo conocían de primera mano.
Ahora se puede leer en la red
1 "No he podido encontrar allí esa afirmación".
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Uno de los métodos empleados para
calcular cuánta enfermedad se debe a una exposición, es el Riesgo
Atribuible (RA), también llamada fracción etiológica. Es una simple
operación matemática. Se basa en la frecuencia con que la población está
expuesta a ese factor de riesgo (prevalencia de exposición) y su Riesgo
Relativo (RR). El RR es la proporción de riesgo de más, o de menos, que
tiene el que está expuesto al factor respecto al que no está expuesto.
Por ejemplo, si el fumador tiene 14 veces más riesgo que el no fumador
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y fumaba hace 30 años el 35% de la población, el RA al tabaco en el
cáncer de hoy es, empleando la fórmula más fácil y aceptada
0,35*13/(0,35*13)+1=0,82=82%.
La fórmula es fácil: se multiplica la
prevalencia, en porcentaje (en este caso 0,35) por el riesgo relativo
una vez sustraída la unidad (RR-1, en este caso 14-1=13). Este es el
numerador. El denominador es esa cantidad a la que se suma uno.
RA= prevalencia*(RR-1)/{prevalencia*(RR-1)+1}