12 de mayo de 2009

Con 250 millones de afectados, es la enfermedad genética más frecuente en el mundo


Una vez diagnosticada la talasemia, el tratamiento se establecerá en función del grado de la misma. Así, mientras que en el caso de la talasemia menor los portadores no padecen problemas de salud –con la excepción de una ligera anemia en algunos casos–, los pacientes con talasemia mayor deben someterse a transfusiones periódicas, siendo el trasplante de médula ósea el único tratamiento curativo.
Los hematólogos disponen de un protocolo para el manejo clínico de la talasemia que asegura una correcta y eficaz aplicación del tratamiento. Las transfusiones, que se realizan cada 3-4 semanas, originan una sobrecarga de hierro en el paciente, complicación más importante en la talasemia mayor puesto que si no se previene produce graves daños en el hígado, el corazón y otros órganos. “La única terapia farmacológica eficaz para eliminar el exceso de hierro y evitar las complicaciones de la sobrecarga de hierro es un quelante del hierro,