15 de mayo de 2012

Los métodos anticeptivos no orales como el anillo vaginal o como los parches son cómodos pero tienen algún riesgo añadido. Al menos así lo indica un estudio danés que acaba de publicarse.

La cantidad de hormonas en sangre es un 60% mayor en quienes usan parches En concreto, los parches anticonceptivos en la piel y los anillos vaginales pueden aumentar hasta en ocho veces el riesgo de trombosis o embolia pulmonar.

Según este trabajo, publicado en British Medical Journal, el riesgo de desarrollar un coágulo sanguíneo es hasta dos veces mayor en las mujeres que usan este tipo de anticonceptivo que en aquellas que toman la píldora anticonceptiva.

Para llegar a esta conclusión, los investigadores daneses revisaron en un periodo de diez años (2001-2010) los episodios de trombosis en 1,6 millones de mujeres entre 15 y 49 años que usaban anticonceptivos hormonales no-orales. En total, en esos diez años se habían registrado 3.434 casos de trombosis.