Sigo pensando (y esto ya es una opinión personal) que hay suficiente evidencia en contra del uso de medicamentos para prevenir enfermedades.
Para el caso de las enfermedades cardiovasculares la prevención primaria pasa por cambio de estilos de vida y actividad física y cuanto mas alto pongamos la vara mejor sobre todo a la hora de exigir evidencias que impliquen a medidas preventivas. Termino con una frase de Margaret McCartney: These tablets save lives, but the life that save will probably not be yours.
Cardiovascular Primary Prevention: How High Should We Set the Bar?Arch Intern Med 2012; 172: 656-659