11 de junio de 2011

Recordar razones por las que estás en esto, te sirven de motivación y te hacen crecer día a día en el trabajo

1. El famoso dilema del vaso medio lleno o medio vacío. Sin dejar de luchar por superarse profesionalmente es bueno valorar y concentrarse en lo que se tiene (medio lleno) como punto de partida, no en lo que hace falta (medio vacío). Hay que utilizar los recursos con los que se cuenta. Esto nos pese o no es sumamente importante en el periodo estival donde con la crisis no ha habido sustituciones y las plantillas andan muy justitas.

2. Aunque las tareas que se hagan sean rígidas y mecánicas, intenta darle un toque personal y recuperar el trato personal, esto es fácil a nivel sanitario si se pone un poco de empeño.

3. Intenta mantener un ambiente de trabajo positivo (aunque a veces sea una dura tarea, recuerda que "imbéciles" hay en todos los lados, solo hay que saber llevarlos y evitarlos)

4. Concederse la oportunidad de cambiar algún elemento de las labores que normalmente se hacen. Siempre hay algo distinto que se puede hacer, aunque sea ir a comentar algún asunto en persona en vez de por teléfono, llevar esa carta en persona que le ibas a dar al celador...

5. Sigue formándote día a día, es una de las cosas más hermosas que nos permite el mundo sanitario y sus vertiginosos avances en todos los campos.

6. Seamos críticos, pero de manera constructiva, destruir es muy fácil, construir no tanto.

7. Presta atención, escucha y trata de tu a tu al resto de personal. (independiente del estamento, muchas veces se aprende mas de estamentos inferiores que superiores, además te gratificará más)

8. Asegura que tu área de trabajo sea confortable, aquí cada uno tendrá su técnica, fotos familiares, paradisíacas, alguna frase célebre...yo me conformo con mantener cierto orden a mi alrededor.

9. Anota todo lo que te interese día a día e intenta recabar información de como haces las cosas o como se hacen a tu alrededor, es la mejor manera de mejorar lo que haces.

10. No te rindas, motivarse es ocuparse, y no te quejes, es la manera más absurda de "quemarte".