Se denominan «legal highs» –literalmente «subidón legal»–, pero de legal no tienen nada. Se 
desconocen sus efectos a corto, medio y largo plazo, pero su consumo se 
está extendiendo en España. Este tipo de drogas se comercializan 
principalmente en Internet como incienso, sales de baño, o artículos 
para coleccionistas, lo que permite a las empresas distribuidoras eludir
 todo tipo de control sanitario y el peso de la ley. 
El cinco por ciento de 
los jóvenes españoles de entre 14 y 24 años afirman haber consumido este
 tipo de sustancia alguna vez, según el último Eurobarómetro y que 
recoge la organización Energy Control. Además, los responsables de esta 
entidad, que ofrece a los usuarios un servicio de análisis de las drogas
 y asesoramiento previos al consumo alertaron de que la venta de «legal 
highs» está aumentando en España, al mismo tiempo que se consolida en el
 norte de Europa.
 
