21 de enero de 2013

Electrocardiograma preoperatorio: ¿rutina inútil o herramienta esencial?

proponemos el algoritmo de la figura de la izquierda, para la evaluación de los pacientes que se someterán a intervenciones no cardiacas. Sin entrar en el debate de qué profesional concreto debe realizar la evaluación inicial del paciente antes de una intervención quirúrgica extracardiaca, en dicho algoritmo se considera indicado el ECG en pacientes que se someterán a intervenciones urgentes, en los que presentan alto riesgo por su copatología (insuficiencia cardiaca, cardiopatía isquémica, enfermedad cerebrovascular, diabetes, insuficiencia renal crónica, hipertensión arterial no controlada) y en los que necesitan intervenciones de riesgo alto o medio (las de riesgo bajo son las realizadas con anestesia local o locorregional, las endoscópicas, dentales, de mama, endocrinológicas, ginecológicas y plástico-reconstructivas). Finalmente, si el ECG es anormal, se indica estudio cardiológico: historia y exploración, ecocardiograma y prueba de detección de isquemia si se precisa (generalmente prueba de esfuerzo con ECG o ecocardiograma).