21 de septiembre de 2013

Dos obstáculos para que la stevia reemplace al azúcar: el sabor y el precio.

A pesar de que la stevia se ha estado vendiendo en Japón durante casi 40 años, no fue sino hasta 2008 que en Estados Unidos se aprobaron los productos con esta planta como un aditivo de la comida. En la Unión Europea no fue sino hasta 2011.

El azúcar refinado normalmente está relacionado con la obesidad. Y la obesidad ahora es ampliamente descrita como una epidemia.

La stevia tiene el potencial de ayudar con el control de peso, la salud bucal y la diabetes, según Laura Wyness, científica nutricionista de la British Nutrition Foundation.
Hasta aquí, todo suena muy parecido a un grial.

¿Dónde está el pero?
Estos posibles beneficios médicos también los tienen los edulcorantes artificiales bajos en calorías que han estado en el mercado durante años, como la sacarina y el aspartamo.


La extracción de la stevia de la planta tiene un proceso similar al del azúcar.
"El proceso de extracción consiste en remojar las hojas secas, como si fuera té, y luego separar o purificar los mejores compuestos de sabor dulce, que se conocen como glucósidos de esteviol", explica la doctora Margaret Ashwell, consejera científica del comité del Instituto Stevia Global.

Los extractos concentrados son 300 veces más dulce que el azúcar.

La experta señala que los glucósidos de esteviol permanecen intactos y químicamente sin cambios a través de todo el proceso.

En contraste, durante mucho tiempo los edulcorantes artificiales como el aspartamo -usado en gaseosas como Diet Coke- han sido objeto de controversia.

El aspartamo se ha vinculado con el cáncer, y a pesar de que nunca ha habido una prueba sustancial, la gente se mantiene alerta de la palabra "artificial" cuando de comida se trata.

"No hay evidencia que sugiera que los edulcorantes bajos en calorías, como la sacarina, el aspartamo y la sucralosa, sean dañinos o malos para ti", aunque recomienda usar sólo stevia como edulcorante y cree que la evidencia que habla sobre los beneficios para la salud son insuficientes como aval.

El público de los alimentos es por naturaleza muy conservador", dice Gates. "Hay mucha gente que odia la idea del cambio. No puedo ver que algún día se elimine el azúcar de la cocina".

Según sus defensores, la estabilidad de la stevia a altas temperaturas podría darle una ventaja potencial sobre los edulcorantes artificiales como la sacarina, cuando se trata de cocinar.

Pero el precio es una de las desventajas, lo que explica por qué los productos híbridos son por el momento tan populares.