16 de mayo de 2014

Estudio Benzored.

                           
En él han participado 21 centros de salud y 75 médicos de familia, entre ellos varios miembros del Grup del Medicament.

El estudio, realizado sobre 532 pacientes, pretendía comprobar la eficacia de dos técnicas de deshabituación a benzodiacepinas frente a la atención habitual en pacientes con consumo de al menos seis meses y estables clínicamente. Constaba de tres brazos: 
a) un grupo recibía una visita por parte de su médico de familia cada 2-3 semanas hasta la retirada, 
b) el segundo grupo recibía una hoja escrita con un plan de reducción hasta la retirada del medicamento, pero sin visitas de supervisión, y 
c) el tercer grupo recibía la atención habitual. 
El resultado al año ha permitido comprobar que la técnica abreviada tiene una eficacia similar a la técnica extendida (45% de retirada en ambos grupos) frente al 15% del grupo de control y sin efectos indeseables destacables como resultado de la intervención.
Estos resultados avalan la implantación de la estrategia de discontinuación de benzodiacepinas en el ámbito de la APS mediante la aplicación de una sencilla técnica. Sin duda, un paso más en la senda de la necesaria deprescripción.

Conclusiones: ideas principales


Las benzodiazepinas pueden producir dependencia que será mayor cuanto más largo ha sido el tratamiento, mayor la dosis consumida y si se utiliza una BZD de vida media corta. 
• La mejor oportunidad para prevenir el consumo crónico de BZD es evitar iniciar prescripciones innecesarias, cuando se prescriba informar acerca de beneficios y riesgos y, limitar desde el principio la duración del tratamiento. 
• Una entrevista con unos contenidos determinados junto con una pauta gradual de descenso de dosis consigue buenos resultados para conseguir la deshabituación. 
La reducción de dosis deberá ser lenta y gradual, disminuyendo la dosis diaria en un 10-25% en función del grado de dependencia y en intervalos aproximados de 2-3 semanas.