Al igual que sucede con el cáncer, la diabetes es otro de los casos paradigmáticos de esta descohesión territorial. Por ejemplo, Canarias, Murcia y Valencia son las únicas autonomías que entregan a los enfermos las agujas necesarias para inyectarse las dosis de insulina que necesitan; el resto de los feudos se quedan cortos, lo que obliga a los enfermos a reutilizar las que tienen.
Así lo refleja al menos un estudio elaborado por el Consejo General de Enfermería con la colaboración de la Federación de Diabéticos Españoles acerca de la atención de esta enfermedad, que afecta a alrededor de tres millones de personas.
España se rompe en Sanidad. Lo hace en financiación, con una diferencia de fondos destinados a la asistencia a los ciudadanos de hasta 560 euros, dependiendo de las comunidades; lo hace en las prestaciones ofertadas ; lo hace en los recortes... y lo hace también en la atención de algunas patologías.