27 de noviembre de 2011

Decálogo para el buen médico general

  1. Ten presente que es imposible saberlo todo de todo.
  2. Esfuérzate en conocer lo fundamental y ser razonablemente competente.
  3. Procura tener las ideas claras en vez de un batiburrillo en la sesera.
  4. Abstente en todo caso de actuar si tienes dudas.
  5. Considera cada amanecer que “estar al día” no significa estar en lo cierto.
  6. Tus habilidades caerán en saco roto si no las empleas.
  7. Admite las carencias con humildad y pide consejo si es preciso.
  8. Actúa en todo momento con discreción y despréndete de la soberbia.
  9. Recuerda que una sonrisa puede romper la mayor de las barreras.
  10. Reconoce tus humanos errores si deseas alcanzar la terrenal sabiduría.
RESUMIENDO: Piensa siempre que no eres imprescindible, pero sí necesario.