En el apartado de control de enfermedades crónicas serían cuatro tipos de práctica profesional las que disminuirían la utilización de las consultas de atención primaria:
1º la educación efectiva del autocontrol y el auto-manejo de la medicación por los pacientes crónicos.
2º la posibilidad de que el propio enfermero cambie las dosis de fármacos y en algunos casos pueda cambiar de fármaco (en acuerdo con el médico).
3º la disminución de las visitas "de más" según las guías de práctica clínica.
4º la comunicación eficiente médico-enfermera en una misma visita del paciente.
Existe cierto mito sobre la conveniencia de las consultas programadas como generadoras de mayor salud en los pacientes. Esto no es exactamente así. Por ejemplo, en un estudio sobre la asistencia programada a hipertensos en el país vasco se descubrió que los pacientes incluidos en los programas y los que no lo estaban tenían exactamente el mismo control de sus tensiones. También se ha mitificado la consulta programada en cuanto a reductora de la utilización. Algunos programas de salud, en si mismo aumentan mucho la utilización. Así todos los programas preventivos (menos el de vacunas), y las actividades de diagnóstico precoz y captación activa de los programas asistenciales. La explicación es doble: por un lado se les hace venir a las consultas a pacientes que no vendrían espontáneamente; y por otro lado, la consulta programada produce un fenómeno de disminución del umbral de entrada al sistema sanitario (yo por este "mareillo" no iría a mi enfermera, pero es tan simpática y me atiende tan bien en su consulta programada). Sin embargo, los programas de crónicos podrían reducir la utilización si se es capaz de ordenar a los pacientes que consumen excesivas visitas.