La realización de un electrocardiograma previo al inicio de la práctica deportiva es una prueba absolutamente recomendable, lo mismo que también sería importante completar el estudio con otras pruebas en personas con resultados dudosos en el electrocardiograma o en las que practicarán deporte de élite o de alta intensidad.
Los defensores del no, es decir, los que no consideran útil la prueba, justifican su postura alegando que da muchos falsos positivos y no detecta algunas patologías muy importantes, como las enfermedades valvulares del corazón, a veces causa indirecta de la muerte súbita. Según estos autores, el electrocardiograma en atletas o personas entrenadas tiene un patrón, que puede llevar a confusión (ritmo más lento, signos de hipertrofia cardiaca y algunos bloqueos que en deportistas de élite pueden considerarse como normales). De esta manera, concluyen que esta prueba por si sola no serviría de mucho y debería realizarse también alguna prueba de imagen, como el ecocardiograma e incluso un test de esfuerzo, de esta manera se completaría el estudio que detectaría posibles causas de muerte súbita.