La exclusión social es un término utilizado para definir la “nueva pobreza”, que afecta a personas dentro de países considerados ricos y desarrollados. El término exclusión social pretende ampliar el marco de análisis y pasar de la consideración de la pobreza como condición que debe resolverse por mecanismos redistributivos (por ejemplo, aumentando la renta), a una mejor comprensión de la pobreza como dinámica relacional. En la pobreza el énfasis se hace en los recursos materiales, mientras que en la exclusión social se hace también hincapié en la múltiple deprivación que resulta de una falta de oportunidades personales, sociales, políticas y económicas.
La exclusión da la idea de estar “fuera” del sistema de bienestar, de la integración social, personal y familiar, de la participación en los mercados (de trabajo, consumo, vivienda, etc.), del sistema político.
En síntesis, desde un punto de vista amplio, la exclusión social implicaría la insatisfacción de necesidades humanas fundamentales, así como de derechos económicos, sociales, políticos, civiles y culturales.